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[thanatos_bride]

Título:Su brevedad
Fandom:Original
Reto:05.Letters keep me warm, helped me through the storm. para menteoriginal,Tabla Avenged Sevenfold.
Rating: T.
Género: Romance/Angst.
Pareja/Personaje: Shastadasi/Diane.
Fragmento: Llegaré tarde. Dos semanas. Tiende la cama por mí.

Las cartas de Diane no eran tal cosa. A penas telegramas. Las relaciones entre los que ostentaban sus rangos no estaban prohibidas pero sí, mal vistas. Los humanos y los media sangre debían permanecer separados por rigurosas normas sociales que Shastadasi consideraba ridículas siendo respetadas por alguien como Diane pero era uno de sus tantos caprichos y ponerle pega le hubiera parecido egoísta. Llegaré tarde. Dos semanas. Tiende la cama por mí. Y sí, allí la esperaría hasta que volviera, presa del aburrimiento, recortando revistas y suspirando, cada tanto mirando el reloj, sumamente ajena en ese cuarto ataviado con seda, cosméticos de buena calidad en la mesa de luz, una Santa Virgen en un pequeña altar y fotos amarillentas de una familia muerta tiempo atrás, suspendidas en las paredes tapizadas (que no se caían a pedazos ni tenían zonas de humedad a la vista como en el caso del cuarto sin favoritismo que pertenecía a Shastadasi) con flores y lazos, con esas palabras (que habría dictado bien apurada mientras que se fijaba en las balas que le quedaban y rezaba al buen Jesús que su buena puntería no le abandonara esta vez, como era la costumbre) dobladas y apretadas contra el corpiño.

Título:Su sexo
Fandom:Original
Reto:08.I know it's hurting you, but it's killing me. para menteoriginal,Tabla Avenged Sevenfold.
Rating: NC-17.
Género: Romance/Angst.
Pareja/Personaje: Shastadasi/Diane.
Fragmento:Por el modo en que sus cabellos del color de la sangre (esta vez) cubrían su espalda cobriza y perdían la forma de las heridas viejas, bajo el sudor y las luces que venían del pasillo, colándose por debajo de la puerta cerrada pero sin llave, que cualquiera podía abrir para verles follar.

Le gustaba buscar razones para quererla. Por la forma en la que el sombrero le caía cubriéndole la mitad del rostro cuando se disponía a disparar, fuera porque así la sangre no le salpicaría o bien porque su ojo sano era el izquierdo y la visión del otro entorpecía el trabajo. Shastadasi creía haberle escuchado decir una u otra cosa alguna vez, quizás una u otra en broma pero no distinguía la plática informal en la mesa con las otras pistoleras presentes de la que se diera a oscuras en una noche con sobredosis de alcohol en las venas. Por el modo en que sus cabellos del color de la sangre (esta vez) cubrían su espalda cobriza y perdían la forma de las heridas viejas, bajo el sudor y las luces que venían del pasillo, colándose por debajo de la puerta cerrada pero sin llave, que cualquiera podía abrir para verles follar. Y eso le encantaba a Diane, porque siempre ponía a Shastadasi frente a la entrada del cuarto, con el rostro contorsionado en placer y dolor, para que lo primero que vieran fuera a ella y como quien no quiere la cosa, a ese pulpo que la enredaba y le enseñaba a no levantar demasiado la voz o a llegar a tiempo a las citas o simplemente a aprender a ser sin estorbar.

Título:Su orgullo
Fandom:Original
Reto:12.You can't be something you're not. para menteoriginal,Tabla Avenged Sevenfold.
Rating: NC-17.
Género: Romance/Angst.
Pareja/Personaje: Shastadasi/Diane.
Fragmento:Algo en sus ojos brillaba. Quizás la envidia.

En tu cuarto, cuando no estás trabajando en las misiones (asignadas por ti misma para ganarte el respeto de las demás o de parte del Tribunal de Pistoleras), te dedicas a recortar revistas para pegar fotografías de tus artistas preferidas en las paredes, que sino te miran: largas manchas de humedad que te recuerdan la miseria que tratas de dejar atrás.

Le has explicado a Diane (no es que te haya preguntado, pero alguna vez sentiste la necesidad de llenar el vacío entre las dos con palabras y no caricias) que no se trata de su atractivo físico, sino de la admiración que te despertaron en el teatro al que te escabulles de tanto en tanto. Es amor a los personajes que encarnaron.

Algo en sus ojos brillaba. Quizás la envidia. Comparaba esos cuerpos esculturales con el suyo, que no era malo pero estaba lleno de cicatrices (como su alma, en suma, que jamás podría ostentar semejante sonrisa frente a una cámara sin un par de copas ingeridas y un dejo cínico en el gesto), te odiaba en secreto. Te apresuraste a hacer una enmienda rápida, como si tuvieras que vendarle una herida reciente hecha con una bala perdida en un momento pasional, pero la sangre se escapaba a borbotones y tus manos eran torpes: acariciaste las hebras rojizas (de ese color tan hermoso que daban ganas de que se quedara así siempre)y musitaste que siempre sentiste debilidad por las mujeres de largo cabello. Intercambiaron miradas y tu impresión fue que algo acababa de sumergirse dentro de Diane, algo filoso y un peligro para la sociedad, empezando por ti, pero entonces la besaste y ronroneaste contra sus brazos, sintiendo que cantaba en tu garganta. Algo sobre una venganza, que ya vendría, una vez que se apagara la tortuosa necesidad de placer.

Al otro día, cuando se encontraron en la mesa del desayuno, pensaste que ante ti había un hombre de curvas generosas. Pero era Diane, con el cabello por encima de las orejas, a penas sobresaliendo del sombrero. Y sonriendo, como si acabara de ganar una lotería.