Ofrezco, en lugar de malas lenguas,
puñal y veneno contra el malhechor.
Si amas a otro, antes o después,
la perdición se hará dueña de ti.
Lo más dulce que tenga aquel instante
se transformará en amarga hiel.
Aquí se actúa sin ninguna indulgencia:
lo que se cometió debe expiarse.
Que nadie le haga cantos al perdón,
yo elevo mis quejas ante las rocas,
y mira que dice el eco: ¡Venganza!
El adúltero no debe vivir.
Goethe-Fausto.
Advertencia: Contenido adulto.